Por Cynthia Romero Olatte
Para nadie es una sorpresa escuchar que la imagen del candidato a la presidencia por la Democracia Cristiana, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ha cambiado notablemente, tanto desde el punto de vista estético, como desde sus ideas y programas. Personalmente considero casi una broma escucharlo hablar de rejuvenecer el gobierno, si él mismo personifica a los grandes dinosaurios de la política de Chile.
La estrategia utilizada por Eduardo Frei se ha destacado, principalmente, por mostrar dos visiones bastante distintas entre sí. Una de ellas un tanto confrontacional, defendida por Pablo Halpen y otra más conciliadora, en la cual trata exhaustivamente de acercarse al voto joven, bajo el alero de su equipo programático “Océanos Azules”.
Hace algunas semanas y notoriamente impulsado por su afán de rejuvenecimiento, se anunció la mediática llegada de Sebastián Bowen, un joven sociólogo de 27 años, ex – director social de “Un techo para Chile”- a su campaña política, donde fue nombrado coordinador general. Con esto, sumado a su nuevo look, un tanto despeinado, con camisas coloridas y sin corbata, trata de convencernos que es el aire nuevo que la política necesita. No creo que sea suficiente.
Con respecto a los dichos de este presidenciable, podemos recordar su iniciativa a debatir sobre el tema de la píldora del día después, que tanto revuelo causó, pero ¿alguien realmente sabe cuál es su postura frente a este tema? Hablar de debatir no es tener una postura firme y clara, es más bien una extraña forma de no tener postura. Lo mismo pasa con la unión homosexual, luego de algunas declaraciones a la rápida y conversaciones con Rolando Jiménez (presidente del Movilh), donde intenta dar a entender que si está de acuerdo, aparece en algunos medios recalcando que él nunca a entregado su respaldo a la unión entre dos personas del mismo sexo y sacándose de encima las preguntas con respecto a estos dos temas respondiendo que se trata de “defender los derechos humanos”, una frase bastante gastada y que realmente no dice mucho.
Lo que me molesta no es si está de acuerdo o no, porque realmente creo que en Chile actualmente hay temas que necesitan más rapidez de acción como la educación y el desempleo, sino sus idas y vueltas. Si quiere ser confrontacional, polémico y ganar el voto de las minorías, está en su derecho de hacerlo y obtendrá quienes lo apoyen y quienes no, pero al menos sabremos que es, realmente, lo que opina Eduardo Frei.
Todas estas contradicciones en sus estrategias le están no juegan a su favor, lo que se refleja claramente en sus bajas en las últimas encuestas. No basta con incluir gente joven en el comando, con despeinarse, sonreír y mantener un discurso poco claro y populista, con decir “ya habrá propuestas concretas en el programa de gobierno” (como afirmó hace un par de días a radio cooperativa). Hace falta ideas y propuestas claras, que logren entusiasmar y convencer a Chile que es el presidente que nuestro país necesita y si lo que quiere es captar la atención y apoyo de la juventud, no debería subestimar nuestra inteligencia y poder de decisión.
Cinthia me encantó tu entradaya en la foto se nota CUATICAMENTE el cambio de imagen jajaja esa camisa de colort desabrochada
ResponderEliminar¿qué onda Frei?
eso pusiste pal trabajo de aldo
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